Era sábado por la tarde, lo recuerdo bien. Salía de mis actividades cotidianas y el hambre hacía estragos en mí. Y fui a tragar... a alimentarme, me refiero. Por azares del destino, el establecimiento de comida al que acudí a saciar mi apetito tenía problemas con su sistema de desagüe. No servía el mugroso baño. Bajo tal situación mi vejiga no podía vaciarse, y además yo le había entrado duro al agüita de jamaica... así, mi mente sólo pensaba en una cosa: baño.Andaba yo lejos del hogar, por lo que el regreso pronto no era factible y entonces opté por ir a la sacrosanta ciudad universitaria donde sabía podría encontrar un baño gratuito. Y hacia allá me jui.Llegué primeramente al metro, de donde me dispuse a tomar un legendario pumabus para que me llevara a zonas pobladas con salones de clases y, por ende, baños. No tenía muy claro hacia dónde quería dirigirme, y abordé el primer vehículo que partió. El dichoso transporte me llevó a la zona cultural de aquella universidad y... nunca pude encontrar los malditos baños. Faltaría aclarar que no conozco la zona y que muy probablemente eso haya sido la causa de mi falta de éxito.Posteriormente, después de vagar entre edificios por una media hora decidí moverme a terreno conocido: hacia las facultades. La ruta más corta, sin regresar hacia el metro, era irme al metrobus y a partir de ese punto proseguir caminando hacia las aulas cercanas.Desde el metrobus avancé. Sabrán, si son asiduos visitantes de esa estación de transporte público, que para descender en un extremo existe una curiosa rampa en espiral, que parece ser eterna mientras la transitas; en aquel vértigo circular divisé atrás de mí, recorriendo la espiral, a un sujeto de no mal apariencia. Mirámonos por un instante, pero seguí mi camino sin prestar demasiada atención.Caminé en ruta hacia los baños, en la facultad que yo recordaba más cercana. Malaya sea mi suerte, ya era suficientemente tarde, suficientemente noche como para que las clases ya hubiesen concluido y las aulas hubiesen sido cerradas hace horas. Dejando los baños inaccesibles, por añadidura.La empresa se complicaba, yo con vejiga llena y estando en terrenos tan vastos parecíame que no lo lograría pero había que intentarlo. Caminé pues hacia más al norte, tal vez en ingeniería o en arquitectura lograría cumplir mi misión evacuativa. Tuve un ligero impulso por voltear hacia atrás y fue entonces cuando divisé, bastante más atrás, al sujeto que había divisado en la descendiente espiral aquella ¿Venía siguiéndome? No lo sabía y no importaba... no importaba, pero empezó a importar a medida que me adentraba en mi ruta hacia el norte pues el derredor empezaba a ponerse extremadamente solitario. El sol ya lanzaba sus últimos brillos.Recorriendo la zona deportiva miré hacia atrás, aún me seguía. Llegué a ingeniería, aún me seguía. Llegué a la zona de pastito que creo que se llama las islas y aún me seguía. Hasta ese punto ya estaban todas las aulas cerradas, así que no había oportunidad de escapar de él ni de las eminentes ganas de hacer pipí. Ambas amenazas las tuve que afrontar, pero para ser sincero la más angustiante era la de la pipí, al güey ese pues... venía lejos, ni siquiera estaba seguro de que me seguía.A lo lejos vislumbré la bonita biblioteca central; yacía a lo lejos iluminada, poblada, ruidosa, lo que significaba una cosa: hay baños. Y dirigiendo mis pasos a tal destino, caminé y caminé atravesando salvajes zonas pastos con esculturas posmodernas luminosas, sorteando a las furiosas ardillas, cruzando entre cegadores flashazos de graduados universitarios y llegando al fin a mi destino. Miré hacia atrás por última vez y no vi al que me seguía; supuse lo habrían devorado las ardillas.Llegué al glorioso baño y ahí... ¡oh, sí!... !oh, Dios!... ¡oh, yeah! A medida que los fluidos fluían, más era el descanso que mi alma obtenía. Misión cumplida.Tal debió haber sido mi éxtasis en aquel momento que no pude identificar plenamente a alguien que acudía al recinto en el que me encontraba (el baño) en ese momento; se parecía al que me seguía, pero no estaba seguro.Pero como yo ya hice lo que tenía que hacer, pos salí del baño. Me dió curiosidad, lo aceptó, y esperé afuera de la biblioteca a ver si mi perseguidor seguía en el rumbo. Total, ya estaba en zona segura y esperé sentadito en las escaleras de la entrada principal.Pasaron los minutos y justo cuando creí que todo había sido ilusión mía, y que el fulano perseguidor jamás nunca existió, él se hizo presente. Salió y me miró. Yo volteé hacia otro lado. Siguió caminando, descendiendo las breves escaleras y me volvió a mirar con una leve sonrisa. Yo también lo miré. En aquellos microsegundos en que las miradas colisionan nunca sé qué hacer y no hice nada... bueno, sí: bajé la mirada y fingí que no había visto nada.Se alejó, lo veía irse, caminando, a veces volteando hacia mí, pero avanzando, y cuando ya se encontró lo suficientemente lejos pude, por fin, sonreír. Claro ya no tenía ningún sentido pues el güey casi desaparecía en el horizonte.Quise sonreír, pero no pude. Nunca puedo. Digo, la anécdota no es la mejor, no es que quisiera poder sonreirle a cualquier desconocido que me persigue por 1 hora en un lugar desolado (si es que me seguía, tal vez también buscaba un baño) pero en cualquier otra situación tampoco logro sonreír.En ese mismo instante me arrepentí de no haberle sonreído. Tonto de mí, pensé. Y aunque ya había pasado bastante tiempo desde su desaparición decidí salir de ahí por la misma ruta por la que él se fue; tal vez aún seguí ahí. Subí unas escaleras, las que están al lado de rectoría, con una ligera esperanza de ver al tipo al alcanzar el último escalón. Pero ya no estaba.Recorrí todo el lugar con la mirada, y ya no estaba. Se fue. Se esfumó. Ya no había nada que hacer, entonces me fui.Escribo esto, porque me trauma y porque hoy me pasó algo similar y entonces me acordé que me traumaba.Hoy, en la mañanita, allá en mi lejano pueblo, me subí a un camión. El camión va en dirección al metro más cercano, abordo, pago y avanzo hasta tomar mi lugar; cual sería mi sorpresa que en el breve pasillo entre la entrada y el lugar un chico me mira. Se me hace extraño, pero la gente luego es extraña, así que tomo como normal que el tipo que me mira sea extraño.Me siento y me acomodo en mi lugar y, otra vez, vuelvo a notar que el chico me mira. Me mira y pensé, porque me acordé de la historia anterior, que debería sonreirle. Pero... no sé qué chingados traigo que no puedo. Lo miré, me miró, nos miramos, pero voltee la mirada hacia otro lado. Volví a sentir ganas de voltear y me miró, lo miré, nos miramos; igual no pude sonreír, sólo desvíe mi cara hacia otro lado y me ganó la risa; le sonreí pues a la ventana.No sé si él habrá notado que me reía; tal vez pensó que me burlaba, no sé, pero en lo que sobró de trayecto ya no me miró. Ni cuando bajamos. Y luego se desapareció.Tal vez pensarán sobre qué clase obsesión insana tengo al querer sonreirle a desconocidos potencialmente peligrosos, pero no, no es eso. Bueno, sí... pero no.Sucede que soy obviamente un asco para cualquier cosa que incluya ser sociable; en esos términos, soy un reverendo idiota para andar ligando, como claramente ejemplifican estas historias y mi vida en sí. No puedo pasar del nivel Básico 1 y eso, señoras y señores, me trauma.Por eso, el post, el título y la historia. Tengo que aprender a sonreír (digo, por algo sencillo tengo que empezar, no me pidan que me vaya directo a Lecciones de cama, Nivel avanzado).
P.D. El dibujito lo pongo al rato porque con la tecnología actual solo puedo dibujar algo así:
(Y no es muy ilustrativo que digamos)
P.D.(2) Ya subí el dibujito, lo dibujé a manita y le tomé foto porque de momento es la única tecnología que tengo. Se ve mi dedo,pero me dió flojera borrarlo, ahí se quedará; no creo que eso atente contra mi cuidado anonimato.
8 comentarios:
Deberías publicar un libro con todas tus pequeñas vivencias de este tipo :D yo lo compraría. Se me hace excepcional la manera en que te expresas. Y, por otro lado... tu dibujo me hizo reir demasiado xD
Suerte con eso de sonreír :) tal vez si dejas de pensar en que lo debes hacer, suceda naturalmente .o. Quién sabe? :P
Jeje, que raro es leerte... Ya que siento mucha familiaridad en tus escritos, casi como si te conociera :O
Aunque la verdad no tengo idea de quien eres (Y de hecho tampoco de como llegue a tu Blog :O).
Pero me agrada como escribes, es una forma muy Light y sencilla de ver la complejidad del mundo.
Y bueno, referente a tu post, puedo decirte que muchas veces es dificil entablar conversaciones con las demas personas y mas cuando las cosas se hacen de manera forzada y mecanicamente. El mejor consejo que puedes tomar es el que escribio la persona de arriba "Deja que las cosas sucedan naturalmente". Ya que de esa forma tendras oportunidad de disfrutarlo.
Y bueno, solo no te desesperes, ya que estas situaciones suceden todo el tiempo en nuestra vida.
El amor llega cuando dejas de buscarlo :P
Y bueno... Ehmmm... Esta chido tu blog XD
One day... :D
jajajaja...! Tu blog me atrapa! no puedo expresar las ganas q a veces me dan de leerte! Ya me presente?.... en fin, eso no importa...
La verdad yo tampoco se como llegue aca--- (debe ser q alguien q leo, te lee) pero...
Me gustan tus historias... son un tanto ironicas...
Tal vez me gusta tu "personalidad blogosfera" porq eres totalmente opuesto a mi...
jajajaja... Cosas q tiene la vida, un saludo a la distancia...!
Además de aprender a sonreir... tenés q aprender a tirarte a la pileta... si solamente tenías ganas de hacer pipí... y atravesabas una zona de pastos mientras ese desconocido te seguía... q mejor era hacer pipí allí mismo... y matabas dos pájaros de un tiro (hacías pipí y seguramente conocías a tu perseguidor)... jeeeeeee... chauuuuuuu...!!!
Te acabo de descubrir. Buscaba imágenes de atún en la red y vi tu dibujo de "atún en lata" y me encantó. Creo que pasaré un buen rato en tu blog. Te leeré. Un placer.
Saludos.
Te acabo de descubrir. Buscaba imágenes de atún en la red y vi tu dibujo de "atún en lata" y me encantó. Creo que pasaré un buen rato en tu blog. Te leeré. Un placer.
Saludos.
Hola! Se me hace interesante leer tu escrito yo busco algunos consejosde como aprender a sonreir porque me pasa lo mismo q a ti cuando setrata de socializar no se sonreirle a desconocidos q caray, saluditos bye bye!
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